lunes, 1 de noviembre de 2010

Descubrimientos de geoglifos en el norte de Chile

Geoglifo que representa a un ¿felino?

Geoglifo de una ¿túnica?


Durante años las formaciones rocosas de Lasana, un poblado cercano a Calama, podían parecer simples acumulaciones de piedra. Sin embargo el ojo experto de un grupo de investigadores de la Universidad Católica del Norte y el museo del Padre Le Paige de San Pedro de Atacama, permitió descubrir que se trataban de los primeros geoglifos chilenos que solo pueden ser vistos desde el aire, tal como ocurre con los que existen en Nazca, Perú.

El arqueólogo Gonzalo Pimentel, cuenta que estaban trabajando en un registro de rutas prehispánicas cuando vieron unos “despejes en la superficie, en lugares planos, bastante enormes. No podíamos dimensionar de qué se trataba”.

Realizaron dibujos y luego consiguieron fondos de National Geographic para estudiarlos. Paralelamente periodistas y camarógrafos de la cadena internacional viajaron a la zona para elaborar un reportaje que aún no ha sido emitido.

Era el 2008 y el paso clave fue sobrevolar la zona. Entonces se dieron cuenta que estaban ante “algo mucho más monumental”, recuerda Pimentel, que desarrolla la investigación junto al antropólogo Alonso Barros y licenciada en arqueología Mariana Ugarte.

Con los vuelos y luego apoyados por Google Earth y visitas en terreno, descubrieron cerca de 100 figuras. Una de las principales mide 210 metros de largo y 60 metros de ancho, está hecha sobre un área plana del desierto y “podría representar dos felinos enfrentados”.

Son figuras abstractas, geométricas y complejas, logradas con la remoción de rocas. Es como si el suelo se hubiese raspado y las piedras se hubiesen ubicado en el perímetro.

“Podrían evocar a jaguares, pero somos cuidadosos. Los colmillos y la cola no están tan evidentes. Hay otras figuras que parecen diseños textiles, tienen las líneas verticales y paralelas. Son todas bien grandes y estamos estudiándolas una a una”, dijo.

Cuenta que basados en el tipo de construcción y en cerámicas y utensilios encontrados, han estimado que la data es “posiblemente de alrededor de mil 500 años atrás”. Podrían corresponder a atacameños que vivían en los oasis de Chiu Chiu, Lasana y San Pedro de Atacama.

Una gran duda es cuánta gente participó en la construcción y cuánto demoraron en hacerlos.

El investigador cuenta que la figura está cruzada por un gran camino y tiene mucha intervención humana, pues está cercana a faenas mineras.

Fuente: Diario Las Últimas Noticias. 29 de Octubre de 2010.