lunes, 27 de abril de 2015

Sobre el “Ushnu” incaico de la Región Metropolitana de Santiago


 El Ushnu de la huaca del cerro Chena.


La existencia del Ushnu en la huaca del cerro Chena no es un descubrimiento reciente. Al mismo tiempo, a pesar de la obstinación del arqueólogo extranjero Rubén Stehberg en presentar todo vestigio arqueológico en Chile como perteneciente a la cultura incaica, carece de evidencias reales, pues los vestigios del cerro corresponden a una cultura aborigen. La huaca es en realidad, una especie de geoglifo con patrones estelares, un espacio sagrado de observación astronómica. Véase al respecto el estudio de Leonardo León Solis Pukaraes incas y fortalezas en Chile central, 1470-1560 (Londres, 1989) y Der Huaca de Chena (En: Sagenhafte Zeiten. 13 Jahrgang. Heft 3 / 2011, artículo de mi autoría).  (Nota del editor).


El descubrimiento refuerza la percepción del valle del Mapocho, donde se encuentra la actual capital de Chile, como un poderoso centro administrativo y religioso desde el que se regía la provincia más austral del imperio, sobre el que los conquistadores construyeron su capital.

Oculto, protegido con un cuidadoso enmascaramiento, reposa en el célebre pucará de Chena, al sur de Santiago, una de las evidencias más recientes de una “revolución” arqueológica e histórica que está cambiando la percepción que tenemos hoy sobre el escenario que encontraron a los conquistadores en el valle del Mapocho.

Estos descubrimientos cancelan la imagen de un territorio prácticamente “virgen”, con una población indígena abundante pero dispersa, donde el primer asentamiento de la futura colonia fue fundado casi desde la nada por los españoles que llegaron en el siglo XVI.

Dicha imagen, inmortalizada por la conocida pintura realizada por Pedro Lira en 1898, empezó a desdibujarse a partir de 2011 cuando comenzaron a encadenarse indicios que señalan la presencia de un importante centro administrativo y religioso inca en el exacto sitio que ocupa hoy el centro de la capital chilena.


Extensa conquista

El imperio centrado en el Cuzco se expandió hacia territorio chileno a partir de 1470, bajo Túpac Yupanqui, y logró conquistar –según se sabe hoy– hasta el río Maule. Más allá se encontraban los mapuches, que se convirtieron en una barrera insalvable para los ejércitos del norte.

Restos de la presencia incaica salpican las zonas norte y centro-sur del país, con hitos como el citado pucará de Chena, cementerios sepultados hace siglos y gran cantidad de fragmentos de alfarería que en algunos lugares “tapizan” el subsuelo santiaguino.

“El gran salto adelante se logra por un trabajo interdisciplinario y en equipo”, relata el arqueólogo Rubén Stehberg, del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN). El científico colaboró con el historiador Gonzalo Sotomayor en la tarea detectivesca de seguir la hebra iniciada por una frase escondida en un documento judicial del siglo XVII. En el texto de la vieja demanda se mencionaba un deslinde que hacía referencia al antiguo Camino del Inca, que llegaba hasta “los paredones viejos de la casa del Ynga”, restos de murallas que probablemente todavía eran visibles hasta 1613, situados en una zona inmediata a la actual Plaza de Armas.

El indicio, más otros hallazgos que se han acumulado en ese céntrico sector capitalino a partir de trabajos de remodelación y excavación permitieron descifrar un escenario que apunta a la segura presencia de construcciones de origen incaico donde hoy se encuentran la Catedral de Santiago, el edificio del Correo y el Museo Histórico.

Bajo el suelo del principal templo capitalino se han encontrado numerosos fragmentos de cerámica incaica de gran calidad, lo que hace pensar en la posibilidad de que allí se ubicara un recinto religioso, quizá el que habría albergado a las “Vírgenes del Sol”, dedicadas a la máxima deidad del imperio y que se encargaban de tejer las vestimentas más finas destinadas a la familia real.

El nuevo escenario muestra la probable presencia de un importante centro administrativo y ceremonial inca  en el mismo lugar donde luego se levantó Santiago de la Nueva Extremadura, en el que residía un “gobernador” integrante de la Casa Real, y que centralizaba el control de la que entonces era la zona más austral de los dominios imperiales.

Allí también se almacenaban recursos agrícolas y riquezas mineras recolectadas tanto en el valle del Aconcagua como en importantes explotaciones de plata y oro situados más allá de la cordillera, en Cuyo, y que eran transportados a través del Capac Ñan (“Camino del Inca”), dividido en dos ramales que atravesaban las actuales Colina y Chicureo.

¿Se puede hablar de una “ciudad incaica”? Stehberg precisa que no es posible sustentar dicha hipótesis, debido a que no se ha encontrado ningún indicio en esa línea. No obstante, apunta, “la existencia de un centro administrativo clave está prácticamente probada”.

Vestigios arqueológicos en la huaca del cerro Chena.


Misteriosa plataforma

Otra pieza de este “puzzle” de piedra y cerámica yacía durante siglos sin ser detectada en una de las esquinas del pucará de Chena. “Nos había llamado la atención una acumulación de piedras y tierra en la esquina suroriente, pero nunca lo había excavado”, relata el arqueólogo. Gracias a un proyecto financiado por Fondecyt, patrocinado por el MNHN y un equipo del que forma parte la especialista Claudia Prado, del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), el paciente trabajo de excavación comenzó a revelar los restos de una plataforma de piedra de varios metros cuadrados de superficie. La estructura corresponde a un “Ushnu”, una construcción elevada sobre la que se realizaban importantes ceremonias religiosas.

La plataforma contaba con una rampa lateral que permitía a los dignatarios descender fuera del recinto. “El Ushnu era uno de los principales elementos de eficacia simbólica que introducía el Tawantinsuyu cuando quería sacralizar un lugar”, explica Stehberg. 

“Había Ushnus en los cerros importantes”. También se los edificaba “cuando se quería instalar un eje entre los tres mundos, usualmente en las plazas de los centros administrativos, desde el cual la máxima autoridad ejercía su poder. En estos casos, al agujero sagrado se le agregaba una o más plataformas, con o sin escalinatas de acceso y con una rampa lateral para descenso de las personas”, explica.

El especialista propone un proyecto para rescatar y poner en valor este importante hallazgo arqueológico mediante una estructura protectora o techo –diseñado por el arquitecto Carlos Verdugo– que permita a los visitantes apreciar la situación del “Ushnu” y la vista privilegiada hacia el valle que los antiguos sacerdotes y dignatarios incaicos tenían al frente, cuando realizaban las ceremonias más importantes de su religión.

Dicha propuesta engarza con la reciente decisión de convertir al cerro Chena en un nuevo parque metropolitano al sur de la capital, anunciada por la Intendencia de Santiago.


Piedras eternas

De vuelta en la Plaza de Armas, ¿qué pudo ocurrir con las edificaciones del antiguo centro administrativo sureño del otrora poderoso Tahuantinsuyo? Stehberg reconoce que siglos de trabajos y remodelaciones han removido profundamente el suelo bajo la capital, lo que dificulta enormemente la chance de hallar indicios arqueológicos plenamente datables. De hecho es muy posible que las piedras colocadas en “falso sillar” –suerte de imitación local de la albañilería que ha hecho célebres al Cuzco y a Machu Picchu, en Perú– todavía estén aquí, empotradas en algunos de las principales y más antiguas iglesias de Santiago, tras ser reutilizadas por los españoles para sus construcciones.

Fuente: emol. 26 de Abril de 2015.

martes, 20 de enero de 2015

Hallaron un trozo de madera que habría sido trabajado por humanos hace 15.400 años en Osorno, en el sur de Chile



El nuevo antecedente confirmaría la presencia temprana en la zona fue encontrado en el sitio arqueo-paleontológico de Pilauco. Se someterá a las pruebas de Carbono 14.

Un nuevo hallazgo, esta vez de un trozo de madera con signos de haber sido intervenido por humanos hace alrededor de 15.000 años se produjo ayer miércoles en el sitio arqueo-paleontológico de Pilauco, en Osorno.

Este elemento es un nuevo antecedente que confirma la presencia temprana de humanos en el territorio de Osorno, el cual es investigado en el espacio ubicado en la Villa Los Notros de la ciudad.

Mario Pino, geólogo e investigador jefe de la Universidad Austral de Chile en este proyecto, explicó que el trozo de madera será enviado a Estados Unidos para realizar los estudios de carbono 14 que permitirían precisar la data exacta del hallazgo.

Fuente: soychile. 16 de Enero de 2015.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Herramientas de 13.500 años en el sitio Pilauco, en Osorno, Chile



Nuevos descubrimientos y evidencias en relación a la presencia humana en el Sitio de Pilauco, en la ciudad de Osorno, fue la charla que desarrolló hoy el geólogo de la Universidad Austral de Chile (UACH) Mario Pino, en el marco de la primera jornada de Diálogos Patrimoniales de Osorno efectuada en el Centro Cultural.

El especialista comentó que se han diferenciado dos áreas de diferentes antigüedades encontradas, una de ellas que consiste en la aparición una colección de artefactos y desechos en vidrio volcánico.

“Estos utensilios datan de hace unos 13.500 años atrás en radio carbono que son en nuestra edad como 16.000 años. Hemos descubierto que estos restos provienen de muy antiguos volcanes de 20 millones de años que estaban en la Cordillera de la Costa”, comentó.

Pino dijo que de alguna manera ellos traían la idea de que este vidrio era un gran material para fabricar herramientas para cazar y cortar. “El sitio donde estamos nosotros trabajando es donde obtenían comida y tenemos que encontrar el campamento, pero no muy lejos debe estar y necesitamos buscarlo”, recalcó Pino.

Además del proceso de búsqueda en sí, se está ejecutando un proyecto de Paleoturismo que va desde capacitar a personas y emprendedoras sobre el tema hasta proponer un plan maestro en Osorno y sus alrededores. “No en cualquier lugar de las Américas existe un lugar como el que tenemos en Osorno. A nosotros nos interesa poder difundir nuestro conocimiento”, comentó el especialista de la UACH.

Comentó que la falta de recursos siempre ha sido un factor que incluso los tuvo el año pasado pensando en no continuar con el proceso de excavación. “Tanto la Municipalidad como la Universidad Austral nos entregaron recursos para continuar con los trabajos este año mientras postulamos a otros proyectos”, dijo.

Por lo mismo los investigadores van a trabajar en la realización de un programa proyectable a diez años, estimando los recursos necesario para el desarrollo del trabajo. “Sin la excavación científica no hay turismo, ni museo, entonces tenemos que disponer de recursos para el trabajo. Si nosotros cerráramos el sitio, en un par de años todos se olvidarían del trabajo”, aseguró Pino.

Científicos encontraron piedras que usaban para cortar carne hace 13.500 años en el sitio Pilauco.

Fuente: El Austral de Osorno, 27 de Mayo de 2014.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Esqueletos de bebés encontrados en Alaska revelan ritos funerarios de hace 11.500 años



Un par de esqueletos de bebés que datan de hace 11.500 años descubiertos en Alaska ofrecen nuevas pistas sobre los rituales funerarios que tuvieron los primeros habitantes humanos del continente, señalaron este lunes algunos investigadores.

Estos huesos fueron desenterrados en 2013 en una excavación cerca de la  rivera de Tanana en el centro de Alaska, donde en 2010 se habían hallado restos carbonizados de otro pequeño de tres años, precisó el estudio publicado por la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).

El hecho que estos tres bebés hayan sido enterrados o incinerados en el mismo lugar, podría indicar que las tribus de cazadores-recolectores eran menos nómadas de lo que se pensaba hasta ahora.

Este descubrimiento “podría conducir a una nueva comprensión de cómo se estructuraron estas sociedades, las dificultades que enfrentaron para sobrevivir y la manera como trataban a sus más jóvenes miembros y cómo veían la muerte”, indica el documento.

Los restos también indican que los paleoamericanos sufrieron condiciones extremas de hambre y frío, y dan igualmente luces sobre sus ritos funerarios y su organización social.

Los investigadores descubrieron que la sepultura circular contenía puntos [sic] de piedra bifaciales destinados a las flechas o las lanzas. Asimismo, los expertos encontraron restos de salmón y de ardillas que indican que el lugar probablemente era ocupado entre Junio y Agosto, lo que  determina el período del año en el que estos bebés murieron y fueron enterrados. 

Los restos de dos recién nacidos fueron desenterrados de un pozo a 37,5 cm por debajo de un antiguo lugar de residencia, donde había sido incinerado el primer infante.

La determinación de la antigüedad por radiocarbono de estos restos les hace remontar a 11.500 años atrás y muestra un breve período entre la cremación y el entierro de los cuerpos, tal vez de tres meses.

Fuente: AFP. 11 de Noviembre de 2014.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Descubren vestigios humanos de alrededor de 11.230 años en Los Vilos


 Una de las puntas de flecha descubiertas
en el enterramiento de Los Vilos.


Poco a poco, los vestigios arqueológicos descubiertos en América del Sur, especialmente en el territorio de Chile, otorgan evidencia de la mayor antigüedad de la presencia del hombre en el continente, contraviniendo los marcos cronológicos de la historiografía oficial (Nota del Editor).

A poco más de 50 m de la antigua línea del ferrocarril longitudinal, en un sitio bautizado apropiadamente como “Los Rieles”, al sur de Los Vilos, arqueólogos del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile encontraron lo que parece ser el esqueleto humano más santiguo de América del Sur.

El hallazgo fue presentado este mes, durante el Segundo Taller de Geoarqueología de América Latina, durante el cual investigadores nacionales y extranjeros tuvieron oportunidad de visitar el aérea.

El cuerpo, que corresponde a un individuo de sexo masculino, de unos 40 a 45 años, estaba debajo de un enorme conchal, sepultado en la arena. Su antigüedad fue estimada en 11.230 años. “Le sacamos varios fechados, algunos son incluso más antiguos, pero es la fecha más conservadora”, explica Cesar Méndez, investigador y arqueólogo de la Universidad de Chile, quien participo en el descubrimiento como parte del equipo liderado por su colega Donlad Jackson.

 
El cuerpo del cazador. Su cabeza fue dispuesta hacia el oeste.


Lo encontraron hace dos años durante un rescate arqueológico que se hizo en la zona, debido a la construcción de un ducto de descarga de aguas servidas.

De acuerdo con el fechado obtenido, se trataría de los restos humanos más antiguos encontrados en hile hasta ahora. No sólo eso, según el arqueólogo, podría tratarse del esqueleto más antiguo de Sudamérica.

Se han encontrado otros esqueletos de una antigüedad similar. Uno que fue hallado en el siglo XIX por Florentino Ameghino (el padre de la paleontología argentina), y que fue recién fechado hace poco tiempo, tiene una antigüedad similar pero no es tan temprano como el de Los Rieles, dice Méndez.

Algo parecido ocurre con otro encontrado en el sitio Toca do Gordo do Garrincho, en Brasil, el cual podría ser más antiguo, pero el fechado no es muy seguro. “Nosotros hemos sido muy acuciosos en el fechado, el nuestro es el que tiene los estudios más acabados”, asegura.

El hallazgo de Los Rieles incluso compute en antigüedad con los esqueletos más antiguos de América, como los restos femeninos hallados en un cenote mexicano en 2007, los que tendrían 12.000 y 13.000 años de antigüedad.

Alrededor de él se encontraron pedazos de puntas de proyectil que los investigadores denominaron  como ofrendas. “Los hemos llamado así porque pensamos que fueron puestos a propósito. Son piezas que, sin duda, estuvieron asociadas con el individuo”.


Cazador recolector

De acuerdo con los estudios hechos al esqueleto, se habría tratado de un cazador recolector que comía principalmente lobos marinos, peces y moluscos, especialmente locos y machas. El análisis de su dientes revela que presentaban un desgaste, lo que hace sospechar que podría no sólo haberlos empleado para comer, si no también para ablandar cuero o hacer cuerdas.

Richard García.

Fuente: El Mercurio. 30 de Octubre de 2014.

viernes, 31 de octubre de 2014

Descubren valioso tesoro bajo Teotihuacán, la Ciudad de los Dioses



Miles de piezas han sido encontradas debajo de la cúspide del Templo de Quetzalcóatl, en el camino al inframundo

Bajo la ciudad prehispánica de Teotihuacán, en México, han encontrado un valioso tesoro formado por miles de piezas, entre piedras preciosas, reliquias y figuras de madera perfectamente conservadas que, ocultas en un túnel subterráneo, refuerzan ahora la teoría de que sería posible encontrar las tumbas perdidas de sus antiguos gobernantes, según han señalado este miércoles un grupo de arqueólogos.

Tras varios años de exploración del túnel, de más de 100 m de extensión y al que nadie había entrado en 1800 años, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mexicano han revelado que las paredes y el techo están salpicados de minerales con los que probablemente los teotihuacanos recreaban el Inframundo.

El inédito hallazgo se ha producido a 103 m de la entrada del túnel de la Pirámide de la Serpiente Emplumada y se compone de más de 50.000 piezas, algunas de ellas únicas, como figuras de piedra o de madera que fueron conservadas cientos de años a 18 metros de profundidad.

El lugar, donde se encontraron objetos que datan de unos 250 años d. C., habría servido tanto para investir a los gobernantes como para enterrarlos, una hipótesis que han defendido arqueólogos desde que en 2003 conocieron por primera vez de la existencia del túnel.

«Por la magnitud de las ofrendas, de los materiales que estamos encontrando, no puede ser otro lugar, este es el lugar donde deben estar sepultados», ha dicho en una rueda de prensa el arqueólogo responsable del proyecto, Sergio Gómez.


A 2 m del gran hallazgo

Los restos de los gobernantes de la ciudad, fundada hace unos 2500 años y donde se encuentran las famosas pirámides del Sol y de la Luna, aún no han sido hallados. Para los especialistas, habría condiciones de desvelar el misterio a finales de 2015. Los investigadores creen encontrarse a dos metros de donde estarían sepultados los restos de los gobernantes.

Gómez, quien ha trabajado desde el 2010 con dos robots fabricados especialmente para el proyecto, ha añadido que la búsqueda en la última parte del túnel se tendrá que hacer de manera manual por la gran cantidad de humedad en la zona.

«Ya estamos en las cámaras, hemos retirado sedimentos de 60 o 70 centímetros pero nos falta todavía profundizar uno o dos metros donde pensamos que está algo muy importante», ha apostillado.

Además de figuras, también se encontraron semillas que datan de la época, piedras preciosas que importaron del Golfo de México y algunas pelotas de hule del tradicional juego de pelota, aunque muchos de estos objetos posiblemente nunca se utilizaron y sólo sirvieron como ofrendas.

La ciudad tiene actualmente unos 2 km cuadrados, aunque especialistas creen que la urbe llegó a tener una extensión de 20 km.

Fuente: ABC. 30 de Octubre de 2014.

Arqueólogos detectan representación del Inframundo en Teotihuacán



Investigadores mexicanos encontraron cerca de 50 mil objetos en un túnel de 103 m, incluyendo esculturas, jades guatemaltecos, semillas, cabello de animales y piel humana.

Ciudad de México.- Arqueólogos mexicanos hallaron una ofrenda mortuoria con unos 50,000 objetos dentro del túnel descubierto en 2003 debajo de la Pirámide del Sol y el Templo de la Serpiente, en la zona arqueológica de Teotihuacán, que representaría la concepción del Inframundo de los indígenas prehispánicos.

Luego de once años de investigaciones y excavaciones, un equipo interdisciplinario determinó que “el túnel es una representación metafórica de cómo los teotihuacanos concebían el Inframundo”, según dijo en conferencia de prensa Sergio Gómez, líder del proyecto “Tlalocan. Camino bajo la tierra”.

En 2003 los arqueólogos mexicanos encontraron un hueco debajo de la Pirámide del Sol y desde entonces comenzaron a excavarlo y estudiarlo con escáneres, robots y geo-radares.

Los arqueólogos indicaron que en el interior del túnel de 138 m de largo y hasta 18 m de profundidad se encontraron esculturas, incensarios, jades guatemaltecos, conchas del Caribe mexicano, semillas, cabello de felinos grandes y hasta piel, al parecer humana.

De acuerdo con Gómez, nunca antes se había hallado piel humana en ofrendas prehispánicas, aunque falta aún confirmarlo mediante estudios de ADN.

A los 103 m del túnel los investigadores se toparon con una ofrenda que antecede a tres cámaras mortuorias, compuesta por cuatro esculturas de unos 65 cm de alto que miraban hacia un objeto central hasta hoy desconocido.

No obstante, la hipótesis de los especialistas es que allí fueron depositados los restos de los gobernantes teotihuacanos, debido al tipo de objetos y a que muchos de ellos fueron fabricados ex profeso para la ocasión.

Lo más importante, apuntó la directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, María Teresa Franco, es que estos hallazgos “tienen un impacto en la manera en que se debe releer la historia de Teotihuacán”, que fue capital de la cultura teotihuacana (150 a. C - 650 d. C.), ubicada 45 km al noroeste de Ciudad de México.

Los aztecas la encontraron abandonada en el siglo XIV y maravillados por su monumentalidad la llamaron Teotihuacán,  la “Ciudad de los Dioses”, en náhuatl.

Uno de los aspectos más interesantes del túnel de 1800 años de antigüedad es que en alguna parte de su interior los teotihuacanos intentaron recrear un “cielo”. “Las paredes están recubiertas de un mineral que cuando se ilumina brilla, recreando las estrellas”, explicó Gómez.

Los estudios sobre esta enigmática urbe multicultural con relaciones comerciales con otros pueblos mesoamericanos han demostrado también que su ciudadela se inundaba constantemente para recrear el mito de la creación, pues “en el inframundo había ríos y agua”, informó Gómez.

Para confirmar las últimas teorías en torno a Teotihuacán, especialistas de diversos campos, como la botánica, la ingeniería, la geología y la astronomía se reúnen desde hoy y hasta el viernes en el Museo Nacional de Antropología de la capital mexicana.

Fuente: DPA. 30 de Octubre de 2014.