lunes, 9 de marzo de 2009

Un niño de 2500 años en Lambayeque

Máscara mortuoria de la cultura Lambayeque.


El arqueólogo Ignacio Alva Meneses ha decidido quedarse a vivir para siempre en el anexo de Ventarrón. El motivo más importante no es haber encontrado el 2008 un templo de 4.000 años de antigüedad, sino que hace un mes descubrió varias tumbas, entre las que destaca la de un niño que habría sido enterrado hace aproximadamente 2.500 años.

El hallazgo ocurrió a unos 500 metros del templo del Venado Cautivo, bautizado así porque en el interior hay un muro en el que aparece este animal atrapado en una red. Según los análisis de carbono 14, esta imagen tiene más de 4.000 años de existencia.

La tumba del niño de tres años de edad, que pertenece a la cultura Gallinazo, fue localizada en una zona arquitectónica posiblemente contemporánea al templo de Ventarrón.

Los restos óseos del menor se encuentran en regular estado de conservación, a diferencia de las ofrendas con las que fue enterrado, entre las que se pueden mencionar piezas de cerámica, una de las cuales tiene dibujado un búho en alto relieve.

Primero en Lambayeque

Ignacio Alva dijo que se trata de algo aún difícil de interpretar, porque se conocen muy pocas tumbas asociadas a la cultura Gallinazo; sin embargo, consideró que se estaría frente a uno de los vestigios más antiguos de la región.

El arqueólogo Walter Alva destacó la importancia del hallazgo porque esto sería parte de la continuidad histórica que existe en el complejo Ventarrón-Collud-Zarpán, donde ocurrieron todos los desarrollos culturales de Lambayeque.

“La excavación científica de las tumbas nos permitirá conocer lo que ocurrió en esa época, a fin de establecer la secuencia maestra de la arqueología lambayecana”, afirmó.

Refirió que se conocen registros de la cultura Gallinazo, pero no han sido publicados. “En este caso esperamos difundir los resultados de las investigaciones porque forman parte de los patrones de enterramiento de todas las épocas y culturas que existieron”, dijo.

Más investigación

En su condición de arqueólogo residente del complejo de Ventarrón, Alva Meneses reveló que los trabajos de investigación han avanzado considerablemente en la protección de las pinturas murales que adornan el templo del Venado Cautivo, especialmente las labores de conservación que están a cargo de un grupo de especialistas.

En tanto, en la zona de Collud-Zarpán también se han descubierto nuevas evidencias, como la existencia de un muro de 500 metros cuadrados que formaría parte de un templo de la cultura Cupisnique. Las excavaciones se llevan a cabo entre las casas de unas 130 familias, que hace 60 años se asentaron en esa zona intangible.

Los responsables del proyecto han coordinado con los dirigentes del centro poblado de Collud para iniciar dentro de unos meses su reubicación. La respuesta de los habitantes es buena, pero han pedido que se les dote de servicios públicos.

Intenso huaqueo

Ventarrón fue saqueado y parte del templo sirvió para construir adobes.

Cultura originaria

A inicios del 2008, en el anexo de Ventarrón, distrito de Pomalca, se encontraron evidencias de las primeras culturas que ocuparon esa zona. Esta área se encuentra ubicada a 20 kilómetros al este de Chiclayo.

Valioso apoyo

El Fondo Contravalor Perú-Francia y la Unidad Ejecutora Naylamp darán US$600.000 para la investigación en Ventarrón-Collud-Zarpán.

Fuente: elcomercio.com.pe 19 de Febrero de 2009.