sábado, 8 de febrero de 2014

Descubren más de 400 especies animales usadas como ofrendas en el Templo de Tenochtitlán



Arqueólogos mexicanos han identificado más de 400 especies animales en alrededor de 60 ofrendas en el Templo Mayor de Tenochtitlán, entre moluscos, peces, aves, reptiles y mamíferos, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Se han recuperado, “por ejemplo, peces de arrecife coralino provenientes del Atlántico, reptiles como cocodrilos, serpientes y tortugas, además de algunas aves como tucanes y quetzales; y grandes mamíferos provenientes de regiones tropicales, como el jaguar”, indicó Norma Valentín Maldonado, bióloga del INAH.

 

“Dicha fauna ha sido hallada en ofrendas dedicadas a los dioses Tláloc (de la lluvia) y Huitzilopochtli (de la guerra), en distintas etapas constructivas del Templo Mayor, de la IV a la VII (1440-1520); las especies corresponden siempre a ejemplares exóticos, muy bellos y vistosos, con piel áspera espinosa o bien, peligrosos o venenosos”, abundó.

Valentín explicó que varios de los animales fueron trabajados con un tipo de taxidermia antigua en la que se dejaban algunos huesos para que sostuvieran y dieran forma a la piel y no se desgarrara.

En cuanto a grandes mamíferos, mencionó que se han identificado y estudiado alrededor de seis lobos, dos jaguares, 13 pumas y un solo hueso de la pata trasera de un gato montés.

“Entre los mexicas, el puma era considerado representante del Sol por su pelaje color amarillo; contrariamente al jaguar se le relacionaba con la noche, al considerar su pelaje como el cielo y sus manchas como las estrellas”, refirió.

La bióloga destacó que en las ofrendas que se han encontrado en lo que debió ser el frente del Templo Mayor sobresale la presencia de águilas reales, ibis espatulados y colibríes.

 

Para los mexicas, dijo, el águila real “tenía una relación directa con el Sol ya que es el ave que vuela más alto, y por tanto, se vinculaba con el dios que representa al astro: Huitzilopochtli”.

De acuerdo con la experta, “los moluscos son los que mayor presencia tienen en las ofrendas mexicas, prácticamente en todas se encuentra uno de ellos, por lo que se han reportado hasta 300 especies para el Templo Mayor provenientes de los océanos Pacífico y Atlántico”.

 

“Les siguen en abundancia 60 especies de peces principalmente de los arrecifes coralinos”, agregó.

Según el arqueólogo Adrián Velázquez, dentro de la cultura de Tenochtitlán, las conchas, erizos, corales, moluscos y restos de peces simbolizaban el Inframundo, un espacio del cosmos ubicado debajo de la superficie de la tierra, que por excelencia era acuático.

El uso ritual de todas estas especies animales y su simbolismo fueron expuestos a partir del 8 de Junio (2013) en un ciclo de conferencias con motivo de la reciente apertura de la Sala 6 “Flora y Fauna” del Templo Mayor, adyacente a la plaza central de la Ciudad de México.

Fuente: EFE. 8 de Junio de 2013.