martes, 26 de noviembre de 2013

Nuevos estudios en Monte Verde buscan confirmar que es el asentamiento humano más antiguo de América


 
Monte Verde, cerca de Puerto Montt, en el sur de Chile.


Tom Dillehay volvió a la zona tras 26 años, patrocinado por National Geographic, para confirmar que el asentamiento tiene 33.00 años y no 12.000, como determinó entonces. Si lo demuestra, cambiarían las tesis del poblamiento del continente.

Hoy comienzan los trabajos en el sitio arqueológico de Monte Verde, ubicado a unos 30 kilómetros al suroeste de Puerto Montt, a cargo del científico estadounidense Tom Dillehay, el mismo que a fines de la década de los años 70 exploró el lugar.

Durante esta jornada se realizará el levantamiento topográfico del área ubicada a aproximadamente 20 kilómetros de Puerto Montt. Además, Eduardo Alvar, integrante de la Fundación Monte Verde, indicó que “se comenzarán las tareas de escarpe, es decir, sacar con una retroexcavadora las capas superficiales que no tienen interés arqueológico”.

Los últimos trabajos se realizaron hace 26 años, en 1987. En esa oportunidad se estableció que hay vestigios claros que este lugar tendría unos 12.500 años de antigüedad, lo que hoy busca ser derribado por el propio equipo científico y demostrar que hay sitios que podrían tener más de 33 mil años, lo que cambiaría una vez más las teorías del poblamiento americano.

El proyecto es financiado por National Geographic, la que asumió gran parte de los costos. En tanto, la Municipalidad de Puerto Montt entregó $7 millones.

Asimismo, uno de los propietarios del terreno, el senador Carlos Kuschel dijo que cuando le pidieron los permisos correspondientes en abril, no dudó en hacerlo.

Fuente: soypuertomontt.cl 26 de Noviembre de 2013.

lunes, 21 de octubre de 2013

Descubrimiento arqueológico en el lago Titicaca


Un grupo de científicos belgas halló en las profundidades del área boliviana lago Titicaca restos arqueológicos “de gran valor histórico”, informó hoy el coordinador de la investigación, Christophe Delaere, durante una conferencia a la que asistió el presidente Evo Morales. Entre los hallazgos están los restos de un ancla de una embarcación prehispánica con una antigüedad de 1500 años, junto con joyas y piedras preciosas de Ecuador y Chile, lo que da una idea del intercambio que existía en esta zona de Sudamérica y el grado de su desarrollo tecnológico, explicó Delaere. Con este hallazgo, los investigadores tendrán más evidencias para recrear a las civilizaciones que habitaron el Titicaca, un reservorio acuífero situado a 3600 metros sobre el nivel del mar y que fue considerado sagrado para las culturas prehispánicas.

Los resultados de los hallazgos, presentados en el marco del proyecto arqueológico Subacuático Wiñay Marka (pueblo eterno), tienen que ver con el análisis de 2000 piezas de cerámica, oro y restos de ofrendas. “Es un hallazgo de un valor histórico increíble”, insistió el investigador, tras precisar que las indagaciones serán parte de un proyecto que durará al menos tres años en el lago Titicaca, en coordinación con el Estado boliviano. El presidente Morales se declaró sorprendido por los resultados de la investigación y recomendó al Ministerio de Culturas profundizar y apoyar los trabajos de exploración “para recuperar el patrimonio cultural” boliviano. El mandatario dijo que muchas de las piezas arqueológicas que posee el país han salido al extranjero y pidió a sus colaboradores iniciar las gestiones para recuperarlas a través de gestiones diplomáticas.

Fuente: Diario El Comercio - DPA. 8 de Octubre de 2013.

martes, 3 de septiembre de 2013

Descubren en Chile un asentamiento humano de más de 12.700 años de antigüedad


Científicos de Chile y Estados Unidos descubrieron vestigios de lo que sería un asentamiento humano en una zona desértica cercana a la ciudad de Iquique, en el norte chileno, que tendría más de 12.700 años de antigüedad.

Científicos de Chile y Estados Unidos descubrieron vestigios de lo que sería un asentamiento humano en una zona desértica cercana a la ciudad de Iquique, en el norte chileno, que tendría más de 12.700 años de antigüedad.

Según la investigación, el asentamiento habría sido construido por un pueblo "nómade-cazador" en la zona conocida como Quebrada Maní 12, a 1.870 al norte de Santiago, en una región de extrema sequedad del desierto y que no había sido muy explorada por arqueólogos.

“Los cazadores-recolectores subsistían dependiendo de lo que les entregaba la naturaleza. No produjeron sus alimentos. En el sitio Quebrada Maní encontramos que los instrumentos que usaron eran de piedra y de madera”, dijo la arqueóloga Paula Ugalde en un comunicado del Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto (Cihde) difundido este viernes.

Durante la investigación, que se inició en 2005, se hallaron más de mil piezas, entre ellas puntas de proyectil, herramientas como cuchillos, raspadores de piedra, conchas marinas y piedra volcánica, lo que indica que en ese lugar habitaban personas que circulaban entre el mar y la cordillera, según los investigadores.

El asentamiento es el más antiguo encontrado hasta el momento en el norte de Chile. La zona conocida como Monte Verde, en la región de Los lagos, en el sur chileno, es el asentamiento humano más antiguo de América, con 14.420 años.

El estudio será publicado en la revista internacional Quaternary Science Reviews.

Fuente: Agence France-Presse. 9 de Agosto de 2013.

viernes, 12 de julio de 2013

Descubren pirámide con entierros y ofrendas en México


Una gran cantidad de restos óseos rodeados de ofrendas con huesos de animales, así como cuentas de jade, espejos, vasijas y figurillas de origen teotihuacano, maya y nahua, entre otras culturas prehispánicas, fueron encontrados cuando trabajadores construían bodegas para un derivado del petróleo en el municipio de Jáltipan, en Veracruz, dijo el INAH en un comunicado.

Un asentamiento que podría tener 2000 años, en el que hay una pirámide y 30 entierros acompañados de ofrendas y restos de animales, fueron encontrados en Veracruz, en el este de México, informó el miércoles el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Una gran cantidad de restos óseos rodeados de ofrendas con huesos de animales, así como cuentas de jade, espejos, vasijas y figurillas de origen teotihuacano, maya y nahua, entre otras culturas prehispánicas, fueron encontrados cuando trabajadores construían bodegas para un derivado del petróleo en el municipio de Jáltipan, en Veracruz, dijo el INAH en un comunicado.

La pirámide localizada es de 12 metros de altura y de 60 de largo por 25 metros de ancho y cobra relevancia porque es la primera vez que se descubren estructuras de piedra en esa zona de Veracruz, un estado ubicado sobre el Golfo de México, añadió el instituto.

La estructura piramidal podría ser un santuario donde la gente de los alrededores sepultaba a sus difuntos, o bien una especie de mercado o centro rector en el que confluían diversas culturas, que pudo estar habitado desde principios de nuestra era hasta el año 700, dijo el organismo.

Algunos de los vestigios hallados en la estructura piramidal.

 
Entre los treinta entierros hay dos de niños y aún se estudia si los demás corresponden a personas que pertenecían a alguna jerarquía.

Las sepulturas se encontraron con cornamentas de venado, huesos que podrían ser de perros o coyotes y restos de venados, peces y aves, que pudieron ser acompañantes de los difuntos en su camino al inframundo, según la cosmogonía mesoamericana, indicó el comunicado.

Entre los restos de animal hay huesos largos y dientes muy grandes que quizá son de rinocerontes enanos prehistóricos y dientes fosilizados de tiburón de una especie extinguida, añadió.

Fuente: AFP. 11 de Julio de 2013.

sábado, 15 de junio de 2013

El misterio del Dios del Fuego de la Pirámide del Sol

 La figura del Dios del Fuego.


 El pasado mes de febrero, tras permanecer por lo menos 14 siglos oculta, se presentaba en sociedad una figura de Huehuetéotl, el Dios del Fuego, hallada nada menos que en lo alto de la Pirámide del Sol, en el complejo de Teotihuacán, una de las grandes referencias arqueológicas (y turísticas) de México y de todo el continente americano. La escultura, de 61 centímetros y casi 190 kilos, es la de un anciano sentado en posición de flor de loto, con las manos en las rodillas, moño, tocado, y coronado por un brasero. El hallazgo despertó un enorme interés entre la comunidad arqueológica. Primero por la cantidad de elementos extraños a su civilización que presentaba, aunque eso puede explicarse porque la ciudad, como Manhattan con su Little Italy o su Chinatown, también acogía a otras colectividades. Pero intrigó sobre todo a los estudiosos porque representara al fuego en un lugar que generalmente se cree dedicado a la lluvia. Y se abrió el debate ¿Cambia su descubrimiento el significado que le dábamos a la pirámide?

“El sentido del edificio no cambia”, cuenta Alejandro Sarabia, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que dirigió la excavación, desde su oficina, ubicada casi al pie de la pirámide. Con algunos datos más que hace dos meses y la serenidad que transmite la solemnidad milenaria de Teotihuacán, Sarabia sigue pensando que la estructura estaba dedicada a Tláloc, el Dios de la Lluvia. Pero sí admite que la presencia de Huehuetéotl nos da pistas sobre algunos rituales que allí se celebraban. “La pirámide es maciza”, nos cuenta, “no hay cámaras, como si fuera un edificio privado, o tumbas: su función era simplemente elevar el templo, que estaba en la cúspide, por encima de los hombres. Esa figura nos permite deducir que en ese templo se llevaba a cabo la ceremonia del fuego nuevo, cuando coincidían, cada 52 años, el año solar de 365 días, y el ritual, de 260”.

De la civilización de Teotihuacán, que brilló aproximadamente del siglo I al VII de nuestra era, sabemos muy poco. Dejaron una escritura muy simple que apenas ha sido descifrada y los aztecas encontraron su impresionante ciudad prácticamente abandonada. Por eso bautizaron a su gusto la enorme urbe, ya entonces arqueológica, como Teotihuacán, el lugar donde nacen los dioses, y también dieron nombres caprichosos a sus edificios: la calzada de los muertos - porque suponían, erróneamente que estaba flanqueada por tumbas-, la Pirámide del Sol y la de la Luna. Sarabia encabezó en 2012 el primer equipo de la historia que excavó en lo alto de la pirámide con la intención de encontrar restos del templo y responder a dos preguntas: ¿en cuánto tiempo se construyó el edificio? y ¿alcanzó ya los 66 metros de altura que tiene de un tirón, o fue creciendo en construcciones sucesivas?

Las dos primeras preguntas tendrán respuesta en unos meses. Las muestras orgánicas tomadas en la base de la pirámide prueban que comenzó a construirse entre el año 50 y el 70, y ahora Sarabia ha recolectado otras en la cima, que le permitirán deducir, mediante la prueba del carbono 14, cuánto tardó en edificarse. También ha hecho dos calas para saber si la estructura tuvo ya desde el principio la altura original. Se sabe que al menos en una ocasión, en el siglo III, se ensanchó su perímetro, pero no si fue creciendo con los siglos, como la de Luna, donde se ocultan, como muñecas rusas, hasta siete pirámides, una dentro de la otra. En cuanto al templo, no hubo suerte: estaba destruido intencionalmente y saqueado. Pero aun así, en la fosa de saqueo encontró dos estelas lisas, verdes y metamórficas, y la citada figura de Huehuetéotl.

 
El arqueólogo Alejandro Sarabia muestra la figura de la divinidad.

 
 A Leonardo López Luján, director del proyecto arqueológico del Templo Mayor, no le tocó hacer el descubrimiento, pero le da casi más importancia que su colega. “Yo sí creo que cambia el sentido que se le ha dado tradicionalmente a la pirámide”, nos cuenta desde las excavaciones que dirige junto a la catedral metropolitana del DF, en el lugar en el que los mexicas fundaron Tenochtitlán. “Dicen que la pirámide está consagrada a la lluvia por el hallazgo de figuras de Tláloc, pero representaciones de ese dios se encuentran en todas partes. En cambio, en su base encontramos muchas figuras de jaguares, que simbolizan el Sol y el Fuego del Inframundo. En edificios adosados se descubrieron Xiuhmolpillis, atados de 52 cañas que simbolizan el tiempo materializado, los 52 años que mediaban entre cada ceremonia del fuego nuevo. Y ahora, en la cúspide nos encontramos a Huehuetéotl. Yo conecto todos esos elementos y me hablan de todo un programa iconográfico, de una pirámide dedicada al fuego o al Sol”.

No es el único debate que ha abierto la excavación. Para Sarabia, lo encontrado da pistas de por qué desapareció la civilización de Teotihuacán y lo atribuye ahora sobre todo a disputas internas. “Cuando alguien pierde el poder los dioses son desacralizados y los templos arrasados. Eso pasó varias veces en la historia de Tehotiuacán. Pero de la última ya no se recuperaron”, cuenta. ¿Y cómo sabemos que fue una guerra civil? “El patrón de destrucción es muy teotihucano. Pero además está el Dios del Fuego, arrojado a la fosa de saqueo: Solo a ellos podía no importarles ya aquella figura”, concluye. López Luján discrepa. “La ciudad fue destruida sistemáticamente con fuego, hubo una iconoclastia brutal, se destrozaron todos los símbolos de culto. Si hubiera habido una revolución se habrían destruido solo los símbolos de los gobernantes y sus habitantes hubieran seguido viviendo ahí: por eso creo que fueron pueblos vecinos, hartos de estar sojuzgados”.

Todo son conjeturas. Primero se excava, luego se restauran los objetos encontrados, se limpian y se fijan los pigmentos. En esa fase estamos. Luego hay que hacer informes técnicos y pruebas de carbono 14. En ocasiones se tardan hasta dos años en obtener conclusiones que se puedan publicar en revistas científicas. Y aun así serán teorías. Pero al margen del debate que estos arqueólogos -y amigos- sostienen animadamente por correo electrónico, impresiona examinar la figura de Huehuetéotl. Un día significó mucho para todo un pueblo. Luego fue olvidado y ahora, tras 15 siglos, enigmático, arrugado como un Mr. Magoo milenario, vuelve a hechizar a quienes lo contemplan.
 
Por Bernardo Marín

Fuente: Diario El País (México). 21 de Abril de 2013.

sábado, 1 de junio de 2013

Descubren tumba de una sacerdotisa moche en Perú

La tumba se descubrió en el complejo arqueológico del Sol y la Luna, centro de la civilización Moche, a unos 700 km al norte de Lima.


La sacerdotisa -que podría haber vivido hacia el final de los años 700 d.C.-, está sentada sin cabeza y en su ajuar funerario se hallaron ocho objetos de cerámica, tres de ellos platos con diseños de ofidios y figuras ajedrezadas todos motivos de la cultura Cajamarca (noreste).

El hallazgo en el norte de Perú de la tumba de una sacerdotisa precolombina de la cultura Moche, que se desarrolló entre el 200 y 700 d.C., podría cambiar la historia de la cultura prehispánica de Perú, estimaron este viernes investigadores.

“El descubrimiento de la sacerdotisa de la cultura Moche, en La Libertad (norte), ha puesto en alerta a los arqueólogos ante la posibilidad de estar ante el momento histórico de un punto de quiebre en que esta civilización deja de ser autocrática para dar paso a un segundo y último periodo más abierto, recibiendo influencias externas”, dijo a la AFP el investigador Santiago Uceda.

La tumba se encontró en el complejo arqueológico del Sol y la Luna, centro de la civilización Moche, unos 700 km al norte de Lima.

Según Uceda, la sacerdotisa -que podría haber vivido hacia el final de los años 700 d.C.-, está sentada sin cabeza y en su ajuar funerario se hallaron ocho objetos de cerámica, tres de ellos platos con diseños de ofidios y figuras ajedrezadas todos motivos de la cultura Cajamarca (noreste).

“Los ceramistas Moche eran considerados los mejores del antiguo Perú, lo que nos dice que estamos ante un gran hallazgo”, acotó Uceda.

“Es la primera vez que se descubre evidencia de otras culturas en un entierro Moche”, dijo, tras indicar que además desenterraron textiles de algodón y lana de alpaca.

Hasta este descubrimiento, los arqueólogos creían que la sociedad mochica fue autárquica, muy cerrada y que nunca se abrió al resto de las culturas y civilizaciones de los Andes peruanos, añadió.

La cultura Moche, llamada también Mochica, se desarrolló en la región de La Libertad y se extendió hacia el norte a las regiones Lambayeque y Piura.

“En ese sitio también se han descubierto cinco tumbas más que aún no han sido abiertas, se trabaja con mucho cuidado, pero de hallarse nuevas evidencias, se confirmaría la teoría del quiebre de los dos periodos mochicas”, dijo Uceda.

Asimismo, confirmaría que la huaca del Sol pasó de ser una residencia de sacerdotisas y personajes de élite a convertirse en un palacio, el primero en su género en la costa norte de Perú, y que la élite religiosa fue perdiendo progresivamente su poder hasta su decadencia.

Entre el 2010 y el 2013 en los santuarios del Sol y la Luna se han descubierto 300 tumbas, de las cuales 125 han sido investigadas y registradas.

Fuente: AFP. 31 de Mayo de 2013.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Hallan cientos de esferas de metal en antiguo templo mexicano


Hasta el momento se desconoce qué papel cumplían estos objetos, aunque se presume que podrían ser un tipo de ofrendas de los sacerdotes prehispánicos.

Ciudad de México.- Cientos de extrañas esferas de metal sin origen determinado fueron descubiertas por un grupo de arqueólogos en un antiguo templo mexicano, según reportó el medio Discovery News durante esta semana.

Estas esferas fueron descubiertas por un robot de exploración del Instituto de Arqueología e Historia de México, que equipado con una grabadora recorrió dos cámaras anteriormente cerradas de un templo en la región de Teotihuacán, cerca de Ciudad de México.

Se cree que estos objetos, de entre 4 a los 12 centímetros de tamaño, tendrían al menos 1800 años de antigüedad. Los científicos han señalado que sus núcleos están compuestos de arcilla y otros materiales orgánicos desconocidos, mientras que sus superficies están cubiertas en pirita, también conocido como “oro de los tontos”, dándoles un revestimiento amarillo brillante.

Los arqueólogos señalan que estas esferas podrían haber sido utilizadas como algún tipo de ofrenda, ya que fueron encontradas en una zona anteriormente habitada por sacerdotes. Sin embargo, hasta el momento no se ha podido establecer su funcionalidad dado que es un descubrimiento sin precedentes.

Ahora los expertos se encuentran realizando estudios de estas esferas, junto con otros artefactos encontrados en el templo, para entender qué papel jugaban en la sociedad de esa época.

Fuente: emol. 30 de Abril de 2013