A más de 4000 m de altura sobre el nivel del mar, dos sitios arqueológicos en el sur de Perú, revelan que hace 12.000 años ya habían humanos capaces vivir con poco oxígeno, bajas temperaturas y alta radiación. Esto es 1000 años antes de lo que hasta ahora se estimaba.
Según un estudio publicado en la revista Science, dos asentamientos de montaña en Pucuncho y Cuncaicha, al sur del Cuzco, guardan restos que demuestran que allí vivieron grupos de cazadores recolectores.
En la investigación, que logró datar e identificar los vestigios de los dos sitios, participaron científicos de la Universidad de Calgary (Canadá) y de las universidades de Maine, Illinois y Arizona (Estados Unidos.).
“No sabemos si las personas vivían allí todo el año, pero sospechamos que no sólo iban allí a cazar durante unos días. Posiblemente hubo familias que vivieron en estos sitios, porque encontramos evidencia de una amplia gama de actividades”, dice Sonia Zorrilla, arqueóloga de la Universidad de Calgary.
Las condiciones de ambos lugares habrían sido muy duras, con bajos niveles de oxígeno, bajas temperaturas y altos niveles de radiación. Cuncaicha (4480 msnm) fue ocupada entre 12.400 a 11.500 años atrás, mientras que Pucuncho (4355 msnm), sitio que era también un taller de herramientas, fue habitada entre 12.800 y 11.500 años.
Esto demuestra que hace 12.400 años, al final de la era Pleistoceno, ya había humanos capaces de vivir en altura. Los expertos ahora quieren saber si estos tenían adaptaciones fisiológicas para vivir en zonas tan extremas. Para eso, explorarán otros sitios en altura, en la misma región, donde también habría asentamientos.
En ambos lugares se encontraron restos óseos humanos, huesos de animales (guanacos, ciervos, vicuñas, alpacas y llamas domesticadas usadas en pastoreo), raíces que servían de alimento y de armas y herramientas fabricadas en piedras como la obsidiana y jaspe (ver infografía). En Cuncaicha incluso se encontró restos de hollín y pinturas rupestres.
De acuerdo a las evidencias encontradas en el lugar, no fue necesario que se generara un retroceso en los glaciares de la zona para que estos grupos se instalaran. De hecho, en la cuenca Pucuncho siempre había nieve, pero no fue un impedimento para que habitaran la región.
Fuente: Diario La Tercera. 24 de Octubre de 2014.