La huella humana se remonta a la Era Terciaria: 5 a 15 millones de años.
Hans Hörbiger en la Cosmogonía Glacial atribuye la antiguedad del hombre sobre la Tierra a miles de millones de años. Ahora, a la luz de este nuevo hallazgo de una huella humana que se remonta a la Era Terciaria, se desestructura la visión evolucionista y difusionista de la arqueología y la antropología.
Presentan en Bolivia la huella humana que sería la más antigua del mundo
Presentan en Bolivia la huella humana que sería la más antigua del mundo
La Paz, 29 - La huella petrificada de un supuesto ser humano que caminó entre 5 y 15 millones de años atrás por el altiplano andino de Bolivia fue presentada oficialmente hoy en La Paz como la de mayor antigüedad en el mundo.
Similar y tan clara como cualquier pisada humana en la arena húmeda, la huella está impresa perfectamente en una piedra de un metro de ancho por tres de largo y unos 30 centímetros de espesor.
Las afirmaciones sobre las características y fecha de la huella contradicen todo lo aceptado comúnmente hasta hoy por la comunidad científica internacional, según la cual el género humano apareció en Africa hace alrededor de dos millones de años.
La formación de la roca que tiene la huella, explicó a ANSA el arqueólogo Manuel de la Torre, pertenece al mioceno del período terciario, lo que significa que es la huella humana de mayor antiguedad descubierta en el mundo.
Según los estudios morfológicos, la huella de 29,5 centímetros (talla 39) corresponde a la de un hombre de aproximadamente 1,70 metros de estatura, con un peso de 70 kilos.
Los pulpejos de cada uno de los cinco dedos son bastante robustos. Cada uno de ellos presenta una ubicación correcta, por lo cual la huella nos da a conocer que existía un buen abanico de tracción y una buena bipedestación", según el informe del podólogo Guillermo Lazcano.
"La huella plantar tiene una tendencia de pie precavo, vale decir un empeine alto" y, por su ancho, el ser que la dejó caminaba descalzo "en terreno o superficies no uniformes, como rocas, grava y arena", añade el informe de Lazcano.
"Es una huella paleontológica muy antigua, de la época terciaria, cuando se estaba formando la cordillera de los Andes y, en especial, las serranías cercanas al lago Titicaca", agregó el informe de la Unidad Nacional de Arqueología.
La huella fue encontrada en proximidades del lago Titicaca, unos 70 kilómetros al oeste de La Paz, entre las poblaciones de Tiwanaku y Guaqui, habitadas por indígenas aymaras.
Fotografías y los informes científicos fueron presentadas hoy en la cancillería de Bolivia por la Comunidad de la Sabiduría Ancestral, un grupo privado multidisciplinario de expertos de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
Ese grupo trabaja desde hace más de 30 años en estudios que buscan "revalorizar el conocimiento heredado por las culturas prehispánicas".
El grupo supo de la existencia de la huella por información y fotografías de Fanny Pimentel, una guía turística que la encontró gracias a datos de campesinos de Sullkatiti, un pequeño pueblo aymara que la conocía y conservaba como "la pisada del Inka", que atribuía a sus antepasados.
Según la cosmovisión del pueblo aymara, que en junio celebrará el inicio del año 5.516 de su era actual, en la región andina habitaron antes "otras nueve humanidades".
Según el arqueólogo Manuel De la Torre, el hombre que dejó la huella probablemente caminaba por la playa de lo que entonces fue un gran lago que se fue secando, petrificando y cubriendo paulatinamente por otras capas de barro.
"En algún momento esas rocas volvieron a la superficie por la presión interior, lo que explica la presencia de esas inmensas piedras colocadas de manera vertical y en forma de escamas", dijo De la Torre. Su antiguedad fue estimada con los mismos métodos que certificaron, en agosto de 2007, otra huella encontrada en el desierto occidental de Egipto, de dos millones de años, de acuerdo al consejo supremo de antiguedades de ese país.
La huella encontrada en Siwa, un oasis del desierto, fue impresa en lodo que se convirtió después en roca. La investigación comenzó en febrero. Estuvo a cargo de un grupo de antropólogos dirigido por Danilo Villamor, con especialidad en Antropología Forense, de la Unidad Nacional de Arqueología, y otro de geólogos a cargo de Germán Núñez.
Fuentes: ANSA y Diario La Segunda. 29 de Mayo de 2008.
Similar y tan clara como cualquier pisada humana en la arena húmeda, la huella está impresa perfectamente en una piedra de un metro de ancho por tres de largo y unos 30 centímetros de espesor.
Las afirmaciones sobre las características y fecha de la huella contradicen todo lo aceptado comúnmente hasta hoy por la comunidad científica internacional, según la cual el género humano apareció en Africa hace alrededor de dos millones de años.
La formación de la roca que tiene la huella, explicó a ANSA el arqueólogo Manuel de la Torre, pertenece al mioceno del período terciario, lo que significa que es la huella humana de mayor antiguedad descubierta en el mundo.
Según los estudios morfológicos, la huella de 29,5 centímetros (talla 39) corresponde a la de un hombre de aproximadamente 1,70 metros de estatura, con un peso de 70 kilos.
Los pulpejos de cada uno de los cinco dedos son bastante robustos. Cada uno de ellos presenta una ubicación correcta, por lo cual la huella nos da a conocer que existía un buen abanico de tracción y una buena bipedestación", según el informe del podólogo Guillermo Lazcano.
"La huella plantar tiene una tendencia de pie precavo, vale decir un empeine alto" y, por su ancho, el ser que la dejó caminaba descalzo "en terreno o superficies no uniformes, como rocas, grava y arena", añade el informe de Lazcano.
"Es una huella paleontológica muy antigua, de la época terciaria, cuando se estaba formando la cordillera de los Andes y, en especial, las serranías cercanas al lago Titicaca", agregó el informe de la Unidad Nacional de Arqueología.
La huella fue encontrada en proximidades del lago Titicaca, unos 70 kilómetros al oeste de La Paz, entre las poblaciones de Tiwanaku y Guaqui, habitadas por indígenas aymaras.
Fotografías y los informes científicos fueron presentadas hoy en la cancillería de Bolivia por la Comunidad de la Sabiduría Ancestral, un grupo privado multidisciplinario de expertos de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
Ese grupo trabaja desde hace más de 30 años en estudios que buscan "revalorizar el conocimiento heredado por las culturas prehispánicas".
El grupo supo de la existencia de la huella por información y fotografías de Fanny Pimentel, una guía turística que la encontró gracias a datos de campesinos de Sullkatiti, un pequeño pueblo aymara que la conocía y conservaba como "la pisada del Inka", que atribuía a sus antepasados.
Según la cosmovisión del pueblo aymara, que en junio celebrará el inicio del año 5.516 de su era actual, en la región andina habitaron antes "otras nueve humanidades".
Según el arqueólogo Manuel De la Torre, el hombre que dejó la huella probablemente caminaba por la playa de lo que entonces fue un gran lago que se fue secando, petrificando y cubriendo paulatinamente por otras capas de barro.
"En algún momento esas rocas volvieron a la superficie por la presión interior, lo que explica la presencia de esas inmensas piedras colocadas de manera vertical y en forma de escamas", dijo De la Torre. Su antiguedad fue estimada con los mismos métodos que certificaron, en agosto de 2007, otra huella encontrada en el desierto occidental de Egipto, de dos millones de años, de acuerdo al consejo supremo de antiguedades de ese país.
La huella encontrada en Siwa, un oasis del desierto, fue impresa en lodo que se convirtió después en roca. La investigación comenzó en febrero. Estuvo a cargo de un grupo de antropólogos dirigido por Danilo Villamor, con especialidad en Antropología Forense, de la Unidad Nacional de Arqueología, y otro de geólogos a cargo de Germán Núñez.
Fuentes: ANSA y Diario La Segunda. 29 de Mayo de 2008.