martes, 1 de junio de 2010

Investigan posible cementerio Chango en sector urbano de Antofagasta

Los vestigios hallados en Antofagasta.


Tres niños gitanos que jugaban en un sitio eriazo ubicado en el sector norte de Antofagasta, a un costado de la Avenida Pedro Aguirre Cerda, realizaron un hallazgo de gran importancia arqueológica.

Se trata de osamentas con una data de más de 500 años, de dos hombres y un menor que habrían pertenecido a la cultura de los changos, pueblos de pescadores que habitaron el litoral de la Segunda Región en la época precolombina.

Cuando los menores se percataron del hallazgo, avisaron a transeúntes que pasaban por el lugar, los que a su vez dieron aviso a la policía.

En el lugar se hicieron presente efectivos de la PDI, en compañía de una arqueóloga del museo de Antofagasta, quien de acuerdo a las primeras pericias confirmó que se trataba de restos óseos de tres Changos. Junto a los cuerpos se encontraron también restos de piel de lobo marino, trozos de madera que utilizaban estas tribus para realizar entierros y piedras en forma de altar, también parte de los rituales fúnebres de estas etnias.

Los restos se encontraron dispersos, por lo que no se descarta la existencia de un cementerio Chango en el lugar.

Fuente: Diario La Tercera. 12 de Mayo de 2010.

Las milenarias piedras que “brotan” en el desierto de Atacama

Paranal en Atacama.


Paranal (Chile).- Centenares de piedras milenarias esculpidas por el viento “brotan” en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, en un sector de gran actividad sísmica, muy cercana al observatorio astronómico Paranal.

A lo largo de varios kilómetros, quienes se atreven a aventurarse en el desierto más árido del mundo se encontrarán con miles de piedras que, en el transcurso de millones de años y gracias al enjambre de pequeños sismos, han salido a la superficie.

"Estamos en una zona de microsismos, imperceptibles para el ser humano, pero que con el paso de tantos años han creado esta maravilla,” señaló a Efe el científico italiano Massimo Tarenghi.

Tarenghi, representante en Chile del Observatorio Europeo Austral (ESO, en inglés), indicó que expertos de la Universidad Católica de Antofagasta han corroborado esa tesis, “que parece una locura, pero en un país sísmico como Chile todo puede darse.”

"También hay quienes sostienen que son piedras caídas del espacio, pero son suposiciones,” dijo el astrónomo, quien agregó que los turistas quedan impresionados por la inmensidad del desierto y por el cielo más limpio del planeta.

"Si tú vienes de noche por estos lados te darás cuenta de que nada más mirar unos minutos el cielo, pareciera que las estrellas las puedes alcanzar con las manos, y de ahí a pensar que las piedras cayeron del espacio, no hay nada extraordinario,” añadió.

Tarenghi explicó que cada vez que se registra un microsismo, un granito de arena se desplaza hacia un lado, por lo que “a lo largo de millones de años esos granitos permitieron que ’brotaran’ las milenarias piedras del desierto.”

El viento, que a veces alcanza los 200 kilómetros por hora, hizo el resto, agregó el italiano refiriéndose a las formas hermosas de algunas de ellas y a su suave superficie.

"El fuerte viento levanta la arena y esta última al choque con la piedra le fue dando cierta forma, la pulió en otras palabras. Por ello la suavidad en algunas de ellas,” precisó.

Las piedras milenarias del desierto de Atacama se sitúan a pocos kilómetros del observatorio Paranal, perteneciente a ESO, uno de los más avanzados en el circuito de la astronomía, a 1.500 kilómetros al noreste de Santiago.

El desierto de Atacama no sólo es el más árido del planeta, sino también el más enigmático y así como las milenarias piedras, se encuentra en la zona ’La Ciudad de Las Almas’, cercana a la localidad de San Pedro de Atacama.

La Ciudad de las Almas es un conjunto de rocas, piedras y tierra, que según la hora del día, parece una ciudad abandonada o un espeluznante conjunto de tumbas abiertas.

En el mismo lugar, más cerca de la Cordillera de Los Andes, se encuentra el ’Valle de la Luna’, un lugar único en el mundo, donde por la noche, mientras el turista esta parado en un terreno salpicado por la sal y muy similar a la superficie lunar, el cielo parece a punto de desplomarse sobre las personas.

En el terreno más ficticio, pero no por ello menos emotivo, debido a las centenares de experiencias de chóferes de camiones que se atreven a cruzar el desierto por la noche, está el encuentro con objetos voladores no identificados (Ovnis).

Chile es uno de los principales países del mundo en avistamientos de Ovnis y el desierto de Atacama ha sido escenario de este tipo de hechos, al punto que por años los ufólogos (expertos en Ovnis) pensaron que seres de otro mundo tenían una base en alguna parte del desierto, de 105.000 kilómetros cuadrados de extensión.

Fuente: EFE y Diario La Segunda. 11 de Febrero de 2010.