jueves, 5 de diciembre de 2013

Irregularidades en la mayor excavación arqueológica chilena


Petroglifo en Valle de Mauro, antes del relave de Minera Los Pelambres (Foto de S. Pizarro).


Según la autoridad, Mina Los Pelambres, de Antofagasta Minerals, debió acondicionar un parque rupestre antes de comenzar a retirar valioso material con datas de hasta 7000 años, para construir el tranque de relaves El Mauro... Tiene un proceso de sanción en su contra. Hace más de un año, Contraloría ordenó al Consejo de Monumentos Nacionales realizar un sumario para determinar quiénes fueron los responsables de haber dado los permisos para que el proyecto de US$ 1500 millones siguiera adelante. 

Más de dos mil petroglifos dejados por tres culturas precolombinas (molle, diaguita e Inca), junto a otros objetos de valor patrimonial, como tumbas, fueron removidos para la construcción de la Mina Los Pelambres, cerca de Los Vilos, en la IV Región, perteneciente a Antofagasta Mineral Holding, del grupo Luksic.

Las autoridades ambientales sabían que se vendrían las excavaciones “culturales” más grandes de la historia de Chile y calcularon el impacto. Por eso, y en pos del progreso, los trabajos para edificar uno de los tranques de relaves más grandes del mundo fueron autorizados bajo distintas condiciones. Una: Que la compañía construyera un lugar especialmente acondicionado para recibir los objetos, algunos de los cuales superan por milenios los tiempos de Cristo.
 
Los Pelambres debía poner a disposición un parque tal que permitiese que toneladas de material patrimonial fuesen preservadas, estudiadas y exhibidas.

El permiso fue concedido en 2004 a través de una Resolución de Calificación Ambiental, comúnmente conocida como RCA y los trabajos comenzaron el año siguiente. Pero el parque rupestre de 15 hectáreas recién empezó a recibir parte de las piezas en Julio pasado y será entregado a fines de Diciembre o, más probablemente, el próximo año, es decir, una década después de que las autoridades les dieron el vamos a las obras.

En el intertanto, pesan sospechas de extravío de objetos; rotura de los mismos, manejos no autorizados y cuestionables actuaciones de quien debía velar de manera preferente por esta riqueza chilena: El Consejo de Monumentos Nacionales.
 
La firma niega irregularidades (ver entrevista anexa) y señala que “pagaron el noviciado” de un cambio legal y cultural en Chile, respecto de la valoración del patrimonio histórico. “A veces las empresas son más lentas que las personas en darse cuenta de las cosas”, afirma un ejecutivo de Antofagasta Minerals.

La postura del superintendente

Aunque para la minera no hay irregularidades y descarta las críticas de sus detractores, en cuanto a que están manejando los elementos arqueológicos “como si fueran suyos”, el superintendente del Medio Ambiente, Juan Carlos Monckeberg, cree que el parque debía estar acondicionado antes de que comenzaran las excavaciones, para recibir el arte antiguo en las condiciones adecuadas para su preservación. “La medida tenía su oportunidad de ser implementada. Esperamos resolver pronto esa situación. Es un caso que está avanzando”, sentencia.

La autoridad abrió un proceso de sanción en contra de Los Pelambres, el que podría terminar este año.

Pero no sólo eso: Vio en una serie de denuncias realizada por el fotógrafo y especialista en arqueoastronomía, Patricio Bustamante, antecedentes lo suficientemente serios como para remitirlos al Ministerio Público y al Consejo de Defensa del Estado, con el fin de que esos organismos estudien la posibilidad de iniciar acciones penales.

Según Bustamante, se pudo producir “daño patrimonial”; “apropiación indebida”; “robos de piezas” y “tráfico”.

Sin embargo, tanto el CDE como el Ministerio Público ya conocían los antecedentes, sin que hasta el momento hayan adoptado medidas relevantes.

Según la abogada que representa los intereses de los comuneros de Caimanes (cerca del tranque de relave), Sandra Dagnino, la fiscalía local de Los Vilos lleva adelante una investigación deficiente.
Por ejemplo, asegura que no hay voluntad para ejecutar una orden de investigar el posible daño patrimonial, pero que además no se han querido recibir pruebas.
- ¿Hay piezas dañadas?
- Acompañamos imágenes y la fiscal se negó a ingresarlas a la carpeta de investigación. Tuvimos que recurrir al fiscal regional para que diera la orden de ingresarlas a la carpeta. Hay piezas perforadas, con incrustaciones en metal, con cortes...

«La Segunda Sábado» solicitó explicaciones vía Fiscalía Regional de La Serena. No hubo respuesta.
 
No obstante, sí se tienen pruebas de que al menos un petroglifo que debía ser trasladado a más tardar en 2011 desde el sector del tranque al parque rupestre de Monte Aranda no pudo ser encontrado donde fue dejado y que correspondía a la misma zona donde se produjo el hallazgo.

Identificado como “Bloque 10 de MAU039”, curiosamente apareció “in situ” hace dos meses, cuando la superintendencia investigaba el caso.

La triple carta de la denuncia

Volviendo atrás, el 31 de Julio de 2007 el entonces secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), Oscar Acuña Poblete; el Presidente del CDE, Carlos Mackenney, y el contralor general, Ramiro Mendoza, recibieron una carta de Bustamante reclamando no sólo por los atropellos de carácter arqueológico, sino también la falta de transparencia del CMN, que se negó a entregar información respecto de inspecciones a Los Pelambres.

El único que respondió favorablemente fue el contralor, quien cinco años después, en Mayo de 2012, publicó los resultados de un seguimiento a una indagación previa que había realizado a Monumentos Nacionales, como contraparte técnica de Los Pelambres en el proceso de ampliación de la mina y su relave.

Dictaminó que hubo una serie de irregularidades; que el CMN atropelló la ley y dio una orden perentoria: “El Consejo de Monumentos Nacionales deberá realizar un sumario administrativo para determinar las responsabilidades de los funcionarios que permitieron que la Minera Los Pelambres comenzara con la extracción y traslado de petroglifos desde el Tranque El Mauro sin haber construido el parque rupestre de Monte Aranda”.

“Deberá incorporar al sumario las responsabilidades administrativas de los funcionarios por la falta de supervigilancia de los materiales arqueológicos extraídos desde el fundo El Mauro, toda vez que no existe registro de la cantidad de restos arqueológicos obtenidos de los trabajos, como asimismo no hay respaldos que certifiquen que ese material está en su totalidad en dependencias de la Universidad de Chile”, agrega el documento.

Un año y medio después, ese sumario no está listo o al menos no lo estaba hace un mes, cuando fue solicitado por Bustamante. «La Segunda Sábado» consultó al Consejo de Monumentos Nacionales, donde no hubo respuesta.

Hasta donde se sabe, aún falta información sobre lo extraído en decenas de sitios de exploración arqueológica, mientras que paralelamente hay fotos de piezas que podrían estar en mal estado.

Es una materia que preocupa al superintendente del Medio Ambiente, quien aclara que no tiene atribuciones para indagar al Consejo de Monumentos Nacionales, con quien “tenemos sólo carteos pidiendo información, pero hay temas no resueltos”.
- ¿Tiene claridad de dónde están todas las piezas arqueológicas?
- Estamos investigando.
- ¿Alguien tiene claridad?
- Estamos investigando.

Superintendencia investiga

«La Segunda Sábado» accedió a la totalidad de la investigación de la Superintendencia, la misma que tiene el poder de cursar una multa de hasta 10.000 UTA o $ 4.887.720.000.

A ese organismo Minera Los Pelambres remitió sus descargos, junto con al menos 11 cajas con documentos en papel y 7 DVD.

Los fiscalizadores se dieron cuenta que al menos parte de las acusaciones de Bustamante y de la comunidad eran verosímiles, constatando no sólo la anuencia del Consejo de Monumentos Nacionales, sino que incluso del Servicio de Evaluación Ambiental Regional, que en 2012 dio el visto bueno a la minera para cambiar el parque inexistente a otro monte (Tipay), dejando ver que ello podría hacerse sin que la minera presentase el nuevo proyecto al escrutinio del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Pero el freno fue puesto por un dictamen de Contraloría y finalmente Los Pelambres se desistió.

Después, la Superintendencia -que comenzó a operar en Diciembre de 2012- pidió información al CDE respecto del seguimiento que supone que se hizo a la denuncia por posible tráfico de influencias y tráfico de material arqueológico realizada por Bustamante.

Tras todo lo que ha pasado, el Consejo de Monumentos Nacionales envió una nota a la minera, pidiendo informar respecto de una incongruencia en casi 60 piezas, las que fueron explicadas por distintos criterios que se habrían utilizado en ciertas mediciones.

Sin embargo, en la denuncia remitida a la fiscalía, Bustamante señala que ya se habría cometido “delito”. Y es que, asevera, la ley indica que “los permisos para excavaciones se cursarán para un sitio y, excepcionalmente para varios , siempre que su número no resulte excesivo”. El Consejo de Munumentos Nacionales habría autorizado más de 160 a Antofagasta Minerals.

La compañía expresó a la superintendencia desconocer el paradero de al menos una pieza histórica. “No tenemos información de su ubicación actual”. A «La Segunda Sábado» la firma indicó que no hay extravíos.

La cara amable

Hoy el Parque Rupestre Monte Aranda avanza a toda máquina. Los trabajadores están terminando la obra gruesa del centro de exposición, el que contará con 150 metros cuadrados para que el visitante se interiorice de las culturas que vivían en el lugar, con exposiciones permanentes.

Luego podrá pasar a los senderos al aire libre, donde se está instalando una serie de petroglíficos respetando su orientación geográfica original.

El lugar también conserva la vegetación autóctona y, para que el museo se integre al entorno, sus paredes asemejarán al adobe.

Hoy se encuentran en el lugar 238 bloques de los 254 que hay en total. Algunos, cuya extracción es más complicada, permanecen en las cercanías del tranque de relave.

Cabe destacar que se privilegia la mano de obra regional y que se está capacitando a habitantes de Caimanes para que se hagan cargo del parque y sus visitantes.

Minera: “No hay piezas dañadas ni extraviadas”
 
Minera Los Pelambres asegura que “ha ejecutado correcta y diligentemente las medidas de mitigación y compensación en el ámbito arqueológico”. Su gerente de Asuntos Públicos, Andrés Morán, da las razones por las que las valiosas piezas fueron enviadas a sitios no establecidos específicamente en la Resolución de Calificación Ambiental, cuyas condiciones debían ser cumplidas si se quería ampliar la operatividad del yacimiento.

- ¿Quién aprobó los traslados al centro de acopio temporal?
- El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) permanentemente fiscalizó y aprobó el traslado. Es nuestra contraparte técnica.
- Contraloría ordenó un sumario a su contraparte técnica por permisos irregulares.
- Preferiría no opinar, porque es una controversia entre dos organismos públicos.
- ¿Qué cantidad de piezas dañadas o extraviadas hubo?
- No hay piezas dañadas ni extraviadas.
- Tenemos fotografías de piezas dañadas, que incluso están en el expediente de la Superintendencia del Medio Ambiente.
- Por eso tenemos una controversia con la superintendencia. El qué entendemos por piezas dañadas o quebradas. Hay piezas que por data o antigüedad tienen un estado de conservación disímil.

Proyecto “ha demorado años por su complejidad y por las autorizaciones”

- ¿Por qué el parque temático está en construcción, cuando la resolución que les autorizó a expandir su proyecto señala que debía estar con la antelación necesaria para recibir el material arqueológico?
- El proyecto comprometido en la resolución no es sólo la construcción de un edificio o de un parque. Es un proceso de rescate arqueológico, que ha demorado años por su complejidad y por las autorizaciones necesarias que hemos tenido que conseguir con la autoridad. La parte final de ese proceso tiene que ver con la implementación del parque rupestre. 
- La frase clave de la resolución es: “Dicho parque estará acondicionado con la antelación necesaria para recibir el material”.
- Y está preparado para recibir con la antelación necesaria el material... La disposición temporal de las obras tenía que ver con el proceso de rescate arqueológico y no se entendería de qué manera alguien podría rescatar esa cantidad de obras, clasificarlas e investigarlas en el lugar donde se encontraron e inmediatamente ponerlas en un lugar definitivo.

Arqueólogo clave habla de los hallazgos: Restos óseos de hasta 7000 años

Restos óseos de cazadores y recolectores de hasta 7000 años de antigüedad; evidencia de uso de camélidos para el transporte de carga y un gran número de piezas científicas que dan pistas respecto de los distintos pueblos y sus formas de vida, son parte de los descubrimientos que posibilitaron las masivas excavaciones para construir el tranque de relave, según el coordinador de análisis para los estudios, el arqueólogo de la Universidad de Chile, Daniel Pavlovic. Dicha institución se adjudicó una licitación para analizar lo recuperado, lo que se concretó entre 2011 y 2012. “Hay material de todo tipo, la mayoría proveniente de sitios habitacionales de diferentes períodos. Piezas líticas, cerámica, restos óseos humanos, de animales y de pescado, conchas, cuero, madera, carbón, semillas...”, señala el profesional. “Teniendo presente el impacto que representa el no poder tener acceso en el futuro a los lugares de procedencia de los materiales, porque lo ideal es que los sitios arqueológicos se conserven para que en el futuro puedan ser nuevamente estudiados, lo interesante de El Mauro (donde fue construido el tranque) es que se tuvo acceso a una cantidad y variedad extraordinaria de material, pues en Chile se suelen excavar pequeñas áreas y acceder a muestras acotadas. Los recursos invertidos permitieron conocer en detalle lo que sucedió en un área completa”, añade.
- ¿Qué se cuenta entre lo más relevante?
- En uno de los sitios hay más de diez restos mortuorios, dos de los cuales son de los más antiguos del interior de Choapa, registrados hasta el momento, con datas de 7000 años y otro de entre 4000 y 5000 años, los que además fueron enterrados en un espacio que luego siguió siendo usado como cementerio por grupos posteriores. Eran cazadores recolectores (lo que puede inferirse, por ejemplo, por el tipo de desgaste de la dentadura y de datos de dieta obtenidos del análisis de sus huesos), que por ahora no podemos asociar a una cultura determinada con certeza.

“Significativo también es el hallazgo de restos óseos de camélidos, algunos de los cuales pudieron ser criados por grupos diaguitas y de otros, que en momentos de la presencia incaica, pudieron ser usados para transportar productos entre la costa y el interior”, indicó. “Entre otras muchas evidencias, también se analizaron puntas de proyectil para cazar animales e instrumentos para cortar carne o cuero, fragmentos de vasijas pintadas, figurillas y pipas de cerámica, anzuelos y otros objetos elaborados en cobre, destacando en cantidad aquellos pertenecientes al período Alfarero Temprano (300 a. C. a 1000 d. C.) y a las poblaciones diaguitas, antes y después de su contacto con el Estado Inka”, concluye.
Por René González R.

Fuente: Diario La Segunda. 30 de Noviembre de 2013.